Hola a tod@s!!!!!
Poníamos fin al taller de cocina que organizó el
Centro Social del Cristo en Oviedo para niños de entre 6 y 12 años. Por casualidad llegó la posibilidad de
apuntarnos y sin saber mucho de que se trataba y solo con las señas de un
delantal y un tupper comenzó una
aventura culinaria para ellos y desde luego para nosotras que cada viernes a
última hora se nos quedaban los ojos como platos mirando lo que habían sido
capaces de elaborar y lo que iba a terminar en un rico desayuno, aperitivo o
cena.
Una
experiencia de la que no se perdían ni una clase, porque ya venidas arriba prometimos que al
final del curso deberían demostrar sus habilidades en Master Chef en casa.
Y como
lo que se promete hay que cumplirlo y morían de ganas según termino el cole y
como premio del esfuerzo concretamos fecha para el programa y nos pusimos a la
obra;
ellos
el cartel, la mesa de ingredientes…
nosotros
la elección de los platos que ya habían realizado y de cuya receta iban a
disponer tan solo unos segundos para recordar.
Una
vez todo dispuesto,
con sus
materiales y presentaciones
corrían
a la cocina para empezar. 10 minutos de tiempo y la elaboración de un aperitivo;
bocadito de mariposa, tulipán, niño…. o cualquier forma que
con un molde le quisieran dar; pan de molde, fiambres y frutos secos para
decorar.
Primer plato; 15 minutos para poner ante
nuestros ojos unas fajitas saludable para los días de verano; verduras, pavo, atún…. y una rica
condimentación de aceite, mermeladas y sal
y de postre y en compensación a la escasez de calorías un
volcán de chocolate; receta nunca vista, papel en mano para no olvidar
ingredientes y números y 20minutos en el
que precisar las cantidades;
80 gramos de harina y azúcar,
40 gramos cola-cao,
40 ml de aceite,
50 de leche y medio
sobre de levadura
mezclar correctamente
primero los ingredientes secos para luego añadir los líquidos y un huevo. Rellenar los moldes,
decorar con virutas y meter en el horno se convirtió en un duro trabajo que no
dejó indiferente ni a ellos ni, por supuesto, al jurado, que observábamos desde
fuera lo que se andaba cociendo en la cocina.
Y
cuando creían que todo había llegado a su fin y para ver el compañerismo, la
capacidad de coordinarse en grupo, les ordenamos taparse los ojos y pusimos ante
ellos cuatro ingredientes sin más explicaciones, sin decir una palabra; debían
pensar y poner ante nosotros la perfecta combinación de todos ellos.
¿Lo
consiguieron? con creces; después de una gran tormenta de ideas y algún que otro
piensen por parte del jurado
consiguieron el mousse de limón perfecto que sus hermanos devoraron a mandíbula batiente.
Ahora
podemos decir que es real todo lo que vemos en el programa. Es real los nervios
con los que hacen cada plato, caerles cosas, ayudarse,
celebrar
el triunfo ajeno y esperar que sea el suyo, gritar cuando avisas de que falta
un minuto, levantar las manos cuando dices tiempo y de la que van a enseñarlo
moverlo para dejarlo en el centro.
Es
real creerte el jurado exigir presentación, jugosidad originalidad,
mirar sus ojos como platos cuando te metes en la boca un trozo inmenso
al estilo Pepe mientras se ríen y esperan nerviosos que hagas mmmmmmmm ,
pedirles
un porqué de esa mezcla rara pero increíblemente buena….
Creo
que fue una tarde genial para ellos pero también para nosotros. Aplicar la
justicia llevó a que todos ganasen .
Y nosotras ganamos con ellos.BE
Gracias al Centro Social del Cristo por un taller tan
increíble. Doy fé la manera en la que cada viernes os desvivíais para que ellos
disfrutaran de la cocina.
Gracias Rebe, Carlo y Sonso por participar y compartir mucha
puesta en escena, risas y nervios. Este es el primero de muchos futuros
programas. BE