Hola a
tod@s!!!:
Hace tiempo
escribimos en una entrada una lista de
cosas que deberíamos hacer antes de que finalice el año, cosas divertidas que
quedarían para siempre en nuestra memoria, que permanecerían con los años….
Un domingo de
otoño en El Escorial papás y niños deciden que es el momento de tener algo
propio en esta sierra, algo que cuando estés lejos te haga regresar, que sea de
todos y de cada uno, y así comenzamos la aventura!
Excursión al centro de jardinería,
adquisición
del árbol y herramientas.
Un equipo de
lo más dispuesto se cogía de la mano para asegurar que la misión sería
terminada.
Ubicación del lugar,
asentamiento
y retirada de las primeras tierras
esfuerzo y risas.
Últimos retoques, y revisión de que el olivo, nuestro olivo, no se caiga,
y al fin... foto que garantiza que el objetivo ha sido alcanzado.
Pero claro,
como aquel que tiene un tesoro, el mapa es fundamental para visitarlo y verlo
crecer, para dejar nuestra marca en su tronco dentro de unos años.
Un plan, un día especial...
nuestras manos y nuestras risas...
Un árbol de ellos; de Miguel y Fer.
Un pueblo, El Escorial,
que cautivó hace años a esos 5 hermanos que respiraban el aire para estar
sanos, que gritaban lo viiiii cuando
sus ojos enfocaban al monasterio en la primera curva, que guardan miles de
historias entre dos casas. Sus momentos vividos ahora se repiten, ahora son sus
hijos los que comienzan. BE